¿Tenemos la verdad? ¿Es necesario –o posible– tener un argumento verdadero y fehaciente? ¿Existe una mirada unívoca sobre un hecho? Estas son solo algunas de las preguntas que alumbran La verdad. Estamos ante una versión sobre algunos textos auriseculares que componen la tradición cidiana y que se enclavijan en un hecho histórico de dudosa credibilidad: el cerco de Zamora. No es novedoso descubrir que, con más frecuencia de lo que podemos sospechar, las historias, entreveradas con la Historia, se convierten en leyenda y nos las tomamos como una verdadera hagiografía a la que rendir culto. Rendir. Literalmente. Esta teogonía compuesta por héroes profanos se cuela en el cotidiano y, en la medida en la que crecemos, crece con nosotros. Como una religión. Como un mantra.
LUGAR:_ Iglesia de SAN CIPRIANO