Cuando Giuseppe Verdi estrenó Nabucco en 1842, jamás imaginó que una de sus páginas se convertiría en un himno universal de libertad y esperanza: el célebre “Va, pensiero”. Desde entonces, la ópera no solo consagró a Verdi como uno de los grandes maestros del género, sino que se transformó en un símbolo de la fuerza de la música para unir pueblos y despertar emociones colectivas.
Ahora, esta obra monumental llega con todo su esplendor al escenario gracias al Teatro Nacional de Ópera de Moldavia, una de las compañías líricas más prestigiosas de Europa del Este. Con una trayectoria que combina tradición y excelencia, el conjunto moldavo se distingue por sus producciones de gran calidad vocal y escénica, que respetan la esencia de las partituras clásicas al mismo tiempo que las acercan al público contemporáneo.
La historia de Nabucco nos transporta a la Babilonia del siglo VI a. C., donde el rey Nabucodonosor enfrenta luchas de poder, pasiones y tragedias, en medio del drama del pueblo hebreo exiliado. Con arias de gran intensidad y coros de conmovedora belleza, la ópera despliega un espectáculo que conmueve tanto por su música como por su trasfondo humano y espiritual.