«Este microespectáculo podría ser algo como… espejo, espejo de mí… ¡no!
«Ay de mí, ay de mí…» es la búsqueda de un títere efímero hecho de barro y manos, que se despoja accidentalmente de su ego y altivez. Un personaje solitario, en un paisaje de despojos, obligado a vivir según lo que le proporcionan…